Perros negros
Una respiración profunda, unas pisadas detrás tuya, notas como tu corazón se encoge y una sensación de miedo te invade. Miras nerviosamente buscando aquello que te acecha pero la sensación se acentúa, notas un aliento sobre ti pero allí no hay nadie, unos gruñidos salvajes se acercan y corres buscando un refugio. Las pisadas suenan más cerca, más fuertes, oyes su respiración y el terror inunda tu mente llenándote de un loco frenesí por huir. De repente una figura negra surge de la oscuridad, tiene el lomo erizado, una gran bestia furiosa te esta mirando con sus ojos inyectados en sangre, te gruñe mostrando sus grandes colmillos y su boca rezuma espuma….. Te quedas paralizado por el terror, sabes que no puedes escapar: estás frente a un perro negro.
¿Nos hemos puesto en situación?
Muchos asocian el mito del perro negro a la cultura anglosajona pero eso no es cierto. Se tienen noticias de perros negros a lo largo de la historia en Europa, América, Asia y África y siempre asociados a algún tipo de mal o de demonio. La primera aparición de estas criaturas conocida (y de la que tenemos documentos) data de 1127 en Inglaterra, en la ciudad de Peterborough: "Durante una jornada de caza muchos hombres vieron y oyeron a una gran bestia, era negra, horrible y enorme, todos montaron en sus caballos para perseguirla. Sus ojos eran grandes y tenebrosos." (Recogido por McEwan en 1986).
En cada zona los perros negros tienen un nombre diferente pero podemos distinguirlos perfectamente de otros mitos ya que sus historias se repiten prácticamente iguales en todas las culturas. Algunos de estos nombres que se les atribuye, a parte de perros negros (Black dogs), son Barguests, Padfoots o Hooters.
Muchos de estos perros negros están asociados a un lugar o área en particular. Son vistos frecuentemente en lugares donde han ocurrido violentos crímenes o matanzas. Suelen estar en entornos rurales, cerca de sepulcros, puentes y en zonas cercanas al agua como pozos, ríos, lagos… Y, aunque a veces han sido avistados de día, la noche es su elemento natural.
A veces, tras verlos una vez, tienes la sensación de ser vigilado y escuchas su respiración, oyes voces y gruñidos aunque no los veas, oyes las pisadas de unas patas tras de ti, y suelen terminar atacando a sus objetivos e incluso matándolos. Pueden cambiar de tamaño y de forma, incluso en algunos relatos, pueden adoptar forma humana. A veces se aparecen en sueños y te atacan antes de ver uno, y en esos casos siempre acaba con la muerte del que los ve.
Más adelante os contaré diferentes historias y leyendas relacionadas con los perros negros, pero de momento procurad no encontraros en un camino oscuro en mitad de noche.Publicado por Diabulus en 20:19
Etiquetas: bestiario
La Mujer Vestida de Blanco
Por José Ramón Farias
negro@arnet.com.ar
En los aislados parajes y alejadas poblaciones de la incipiente Provincia del Chaco, durante los últimos cincuenta años del Siglo XX, algunos caminantes afirmaban haber tenido encuentros con la “Mujer de Blanco”. Esta aparición se manifestaba como una joven de hermoso cuerpo, vestida de tul blanco cubriendo su humanidad hasta los pies, que levitaba, y acompañaba a los solitarios que se aventuraban durante las noches en barrios periféricos o caminos de poco tránsito.
Personalmente recogí versiones en lugares con preeminencia de población oriunda de la Provincia de Santiago del Estero. Nadie afirmó ser atacado por el fantasma. En el peor de los casos, ésta, le acariciaba sus rostros con el tul mientras caminaba a su lado, o sentada en el “anca” (parte posterior del lomo) del caballo, sin proferir palabra. El sentimiento de consternación y miedo fue aprovechado por las madres de jóvenes audaces, que les advertían de la aparición, si salían de parranda durante las noches, sobre todo en días laborables. Recuérdese que en esos tiempos, no tan lejanos, por el arraigado machismo de nuestra sociedad, las damas jamás andaban solas luego del oscurecer.
En la zona rural y barrios de Las Breñas, había una especie de miedo colectivo a la aparición. Por ejemplo, en una oportunidad, me tocó vivir una tensa situación de temor, ante la aparente presencia de la “Mujer de Blanco”, que veíamos moverse, un grupo de estudiantes secundarios que regresábamos de un baile en la zona rural, en una encrucijada de caminos. Llegamos a dispararle con un arma de fuego, a la forma que, para nosotros, muy sugestionados, veíamos levitar desplazándose de un lugar a otro. Pasado el impacto inicial, y llevados por la inconciencia de la juventud y el alcohol ingerido, fuimos a su encuentro, descubriendo que era un quebracho blanco seco, descascarado, tumbado entre el ramaje, que brillaba con la luz de la luna, sin que se haya movido jamás.
También escuché a muchos descendientes de europeos en la Provincia de Misiones, hablar de este espanto americano. En las cercanías de los Saltos de Tabaí (cercanos a la ciudad de Jardín América), dicen, una mujer etérea, vestida de blanco suele sentarse sobre el capot de los automóviles, para acompañar a los turistas durante un corto trayecto. Otras veces se la observa flotando por la banquina de la ruta nacional Nº 12, en el tramo entre el balneario y la ciudad.
La actitud siempre es de escapar de su presencia, o de ocultar la cara. Pero algunos, con algo de descreimiento y coraje han descubierto que se trata de pura sugestión. Por ejemplo, me contó un criollo que residía en el Paraje Loro Blanco (en el triángulo formado por Las Breñas, Corzuela y Pampa del Infierno, que cierta vez cuando regresaba de la casa de su novia a caballo, se le sentó la mujer en el anca del caballo, acariciando su cara durante un largo trayecto. Después de rezar profusamente, haber soportado el miedo y transpirado con abundancia quiso tomarla, para descubrir quién era. Descubrió se trataba de su pañuelo (llevado al cuello) que con el viento le rozaba el rostro.
Pareciera que la mujer, en todas las sociedades, ha despertado no sólo admiración en el sexo opuesto, sino que además, se ha utilizado su imagen para infundir miedo. Y no es que haya conexión entre el folclore de algunas regiones europeas, con el vernáculo. Salvo la transmisión operada por los españoles durante el proceso de conquista, el resto del viejo continente, casi no ha intercambiado acervos culturales. Por ejemplo los irlandeses temen al lamento de la banshee, mujer que anuncia con sus gemidos la muerte de un ser querido. El folclore irlandés tiene muchísimos “testimonios” de su existencia. Dicen, tiene cabellera roja y sólo es vista, a veces, por la persona que va ha morir. (Los moribundos y sus familiares, en pocas ocasiones alcanzan a verla cuando gime peinando su cabellera, junto a la casa del condenado) Queda demostrado con esta creencia, que la fabulación es parte del ser humano.
Anchimallén
De Wikipedia, la enciclopedia libre
El Anchimallén, también conocida como Anchimayén, Anchimalén, Auchimalgén, Auchimalguén, Anchimalguén, Anchimalwén, Anchimalhuén o Chimalguén; es una clase de ser mítico presente en la mitología mapuche.
La palabra que describe a este ser es un vocablo que ha suscitado infinidad de discusiones, no solo por su grafía o mejor expresado por su fonética, sino por las vinculaciones con otros elementos mágicos en relación con extraños fenómenos lumínicos y/o con prácticas de brujería, o incluso con el fenómeno ovni.
El Anchimallén es descrito como un ser pequeño que se transforma en una esfera que emite una radiante luminosidad como si se tratara de una centella. Posteriormente los cronistas los asimilaron con los Duendes, describiéndolos también como un ser con la forma de un enano de sexo indeterminado, con la altura y grosor de un niño de pocos meses.
Debido a su característica lumínica, los Mapuches también utilizan esta palabra para referirse a Kuyén, el espíritu Wangulén que representa a la Luna, la esposa de Antu (el Sol).
Igualmente, producto de que el Anchimallén suele presentarse como un ser de pequeño tamaño y luminosos, suelen ser confundidos con otras criaturas de la mitología Mapuche, como los Laftraches o los Cherufes respectivamente; aunque estos presentarían un origen y otras características diferentes.
Leyenda [editar]Las leyendas se refieren a los Anchimallén como unas llamas ligeras y fugitivas con la forma de pequeños niños, las cuales aparecen repentinamente para luego desvanecerse también en cuestión de segundos. Suelen presentarse ante las personas generalmente como "esferas de fuego", las cuales en el día se pueden ver, pero no brillan; característica que solo revelan en la noche. Igualmente se cuenta que en los sectores donde vivirían varios Anchimallén, en las noches algunas veces suelen peleaban entre si; pelea que se observa como dos bolas de fuego que vuelan a pocos metros del suelo y que chocan entre ellas liberando chispas.
Se dice que se les escucharía como el llanto de un bebe recién nacido, y si alguien lo viera de muy cerca; el Anchimallén utilizaría su luz para confundir y desorientar, dejando aturdido momentáneamente a la persona; o dejándola ciega o enferma de la vista. Otra capacidad que tiene es que el Anchimallén tendría la capacidad de cambiar su forma. El Anchimallén se alimentaría con leche, sangre o miel, siendo la misión del Anchimallén la de proteger y obedecer a su dueño haciendo el bien o el mal; según los deseos de quién lo controla.
Así, el Anchimallén actuaría como un ser benéfico, si este fue un ser criado por los mapuches para cuidar sus animales o sus bienes; defendiendo valientemente lo que cuida cuando alguien trata de robar lo que se le encomendó vigilar. Por ello sería un ser dado de generación en generación, para ser utilizado para atraer riquezas y fortunas. Igualmente se menciona que cuando el Anchimallén aparece de color rojo, los Mapuches interpretan ese suceso como la muerte de un gran personaje.
En cambio, si el Anchimallén actuara como un ser maléfico, se dice que estos habrían sido creados por un Calcu, con el fin de utilizarlo para sus fines y convertirlos en su protectores. El calcu los crearía a partir de una niña o un niño que murió de una forma repentina. Después de ser sepultada sería desenterrada y a partir de sus huesos es vuelta a la vida por el calcu, y posteriormente alimentada debajo de una olla llena de sangre humana, escuchándose en el proceso un canto lastimero semejante al de un niño recién nacido.
Por ello se dice que cuando una radiación brillante y fugaz de un anchimallén desconocido aparecería en los campos, montañas, en las ramas de los árboles o en los techos de las rucas, el Mapuche cree que significa que se producirá la muerte para alguien. Esto ya que se cree que el Anchimallén se actuaría como una mensajera dañina que causa la muerte y provocaría enfermedades en las personas, al igual que los wekufes. Se dice que solo las ceremonias de Machitún y una buena Machi pueden hacer escapar del cuerpo a este ser; ya que por el origen puro de éste, a la Machi le cuesta más sacar del cuerpo, y por ello se requiere además la intervención de otras personas de la comunidad que tengan un espíritu fuerte que neutralicen al Anchimallén que ha desequilibrado a la persona.
Debido a las cualidades que posería el Anchimallén, también se cuenta que hay personas pagarían mucho dinero a los Calcus, para poder lograr tener un Anchimallén. Igualmente se dice que hay personas que los roban, al seducirlos con los alimentos que le gustan al Anchimallén; colocando miel, sangre o leche en lugar que se quiere que este ser cuide. Esto ha originado el dicho de que "por goloso pierde la vida el anchimallen"; ya que si sus verdaderos dueños son calcus, al enterarse de la negligencia de su sirviente, los castigarían con la muerte.
Igualmente en la tradición popular criolla, se dice que para ahuyentarlos hay que hacer ruidos metálicos con las espuelas u otros objetos y cabalgar desnudo, para así evitar una futura desgracia.
El aguará-guazú
Kalak y los Tobas
Para las culturas autóctonas la fauna significaba más que fuentes de alimento y abrigo. Los indios tobas nos cuentan esta historia El término Aguará Guazú es un vocablo guaraní. Los tobas lo llaman Kalak, y en su clasificación zoológica lo apartan del mundo de los zorros. Para ellos el Kalak es un ente en sí mismo sin contacto alguno con el guayaga (zorro). Numerosas veces, tomando mate alrededor del fuego con mis amigos e informantes tobas, he oído de sus labios acerca de la llamada nocturna que hace el kalak a la hembra y de cómo esta responde a la distancia. Como se van llamando y cómo se van acercando. También he escuchado que es "malo"(tabú) matar a a un kalak; que no hay que" mariscar"(cazar) al kalak.
El aguará guazú de los tobas es protegido por una teofanía de gran potencia llamada Kalak Lta (el dueño o padre de los aguará-guazu). A Kalak Lta- denominado también Nonga Lta; vale decir dueño del llano- se lo personifica como un aguará-guazú gigantesco, el cual resulta dueño y rey no solamente de los aguará-guazú, sino también de los montecitos chicos o isletas de nonga (el llano con pastizales) y del chayksal (el palmar). A su vez en un relato, se percibe la dueñez que el aguará-guazú primordial ejerce sobre los perros. En otro mito toba se muestra a Kalak Lta (el dueño de los Aguará-guazú) enfrentado a Sawayk Lta (el dueño de los pumas), debido a que ambas deidades se alimentaban de ñimsy (guazuncho).
Por esta razón, Kalak Lta no dejaba entrar al dueño de los pumas en la limpiada y éste no le permitía al dueño de los aguará-guazú entrar en el monte denso. Un día, se reunieron los dueños de ambas especies. Conversaron y se pusieron de acuerdo en darse el paso y no agredirse entre ellos ni entre sus hijos. Estaban presentes en la reunión todos los aguará-guazú, todos los pumas, los yaguareté (kiyok) y los guazunchos. Y, así llegaron a un acuerdo que perdura hasta nuestros días.
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Otra leyenda presenta al kalak haciendo trato de colaboración y no agresión con el gato tigre. El gato tigre invita a la iguana a participar en una cacería. Un abuso de confianza en el uso de la mercadería por parte de la iguana hace que se trencen en duro combate, resultando muerto el imalá (gato tigre).Kalak ( el aguará-guazú) se hace presente en la escena y maldice a koleksak (la iguana).
Por esta maldición, los perros, que son hijos de kalak, matarán siempre a la iguana. Más la perdurabilidad de la especie quedó asegurada; el reptil, ante la crucial amenaza, habría respondido: "Sí; me matarán a mí, pero siempre quedarán mis hijos".
Así nos habla la hermosa mitología toba, explicando los porqué del mundo animal y de la vida. Así la he recogido yo, palabra por palabra.
Estoy seguro que de ser por los tobas, el aguará-guazú no estaría en peligro de extinción.
La veneración que esta etnia profesa por el cánido es un ejemplo para los blancos, que no han sabido respetar ni al hábitat ni a la fauna, ni a las culturas aborígenes .Esperemos que el ejemplo toba de convivencia ecosistema-cultura sea recogido; que la comprensión hacia las culturas aborígenes lleve a la comprensión del ecosistema.
*fuente: Revista FVSA Nº 11 Lic. Buenaventura Terán
EL LOBISON
Es el Mito mas difundido en todo el mundo a través de los tiempos, el hombre lobo que aquí toma el nombre de lobizón o luisón. Pese a ser un mito conocido en todo el mundo Daniel Granada insiste en que ya era conocido en el Plata mucho antes de la llegada de los españoles. Pero en nuestro concepto, en la región es introducido por los conquistadores españoles y portugueses, donde aparece con nitidez también el origen de su nombre Lobis Home (hombre lobo), que en definitiva demuestra el origen de su acepción morfológica, ya que en esta región no existen lobos. Es muy popular en toda nuestra zona.
Aparentemente este mito no es americano como muchos quieren creer simplemente se adapto a nuestra zona y se difundió ampliamente. Es un rito universal emparentado con el vampirismo. Es muy popular en todo el área, y según la creencia es el 7º hijo varón ininterrumpido, que nace inexorablemente con esa fatalidad de convertirse los viernes de luna nueva en un animal peludo, negro a veces, otras de color grisáceo, semejante a un perro pero del tamaño de un potrillo, que pasuquea al trotar al igual que el aguará (zorro de crin), y que se alimenta de carroñas y osamentas, por lo que recorre el cementerios.
Otras versiones y autores lo dan convirtiéndose el martes y el jueves, como días fastos, pero esto no varía sus formas y actividad.
El lobisón generalmente no ataca al hombre, mas bien huye de la presencia de él, pero si encuentra a una persona desprevenida, trata de pasar entre sus piernas librándose así del sortilegio, trasmitiéndola en su totalidad al boquiabierto. Por supuesto si se siente agredido atacará a quien lo haga para matarlo y luego devorarlo. También se cree que las balas de plata los mata, convirtiéndose en el instante de su muerte en el hombre que es en realidad.
Extracto del libro "Mitos Guaraníes" de Miguel Raúl López Breard
Diccionario de mitos y leyendas
El lobizón
Supersticion de origen europeo, según la cual el septimo hijo varon al llegar a la adolescencia se transforma en lobizón los martes y los viernes por la noche. para poder cumplir con este proceso se revuelca sobre algun elemento desintegrado, como por ejemplo arena, ceniza o la tumba de un cementerio. Al volver el día recupera la forma humana. para convertirse en animal debe cumplir ciertos ritos, como girar tres veces sobre su cuerpo.
Una forma de romper el hechizo es bautizando al niño en siete iglesias distintas. También puede librarse si es bautizado con el nombre de Benito, y si el mayor de los siete hermanos es su padrino.
Se lo representa como una mezcla de perro y cerdo, muy peludo y con grandes orejas, que recobra su fisonomia humana si alguien sin conocerlo lo hiere, o si un hombre lo muerde. Se cree que se alimenta de chicos no bautizados, excrementos y de desperdicios que encuentra en los basurales de las estancias. Se caracteriza por el fulgor de la mirada ("echa fuego por los ojos"). Es inmune a las armas de fuego, y solo se lo puede herir con un arma blanca. En presencia de su propia sangre recobra la forma humana, pero se convierte en enemigo mortal de quien descubrió su secreto y no se detiene hasta matarlo.
El lobizon ataca y puede traspasar el mal. No lo transmite mordiendo, sino pasando entre las piernas de alguien. A partir de allí la victima se convierte en lobizon, y el anterior escapa al maleficio. Si bien tiene forma perruna, los demás perros le ladran constantemente, si bien no atinan a morderle.
Es conocido también como Lobishomen (lobo-hombre, Brasil y Portugal) y representado como una criatura mítica que merodea por los campos en las noches de luna llena, sobre todo si éstas caen en viernes. Asalta por detrás a los viajeros o penetra en las casas en busca de niños. Luego de capturar a sus víctimas les chupa la sangre.
En Argentina la costumbre de que su hermano mayor sea el padrino, se cambió luego por el padrinazgo presidencial. Se sabe a traves de relatos orales, ya que los archivos se quemaron a mediados de siglo, que en 1907 se realizó el primer bautismo con padrinazgo presidencial para revertir el maleficio, en la localidad de Coronel Pringles. Un inmigrante ruso padre de un séptimo hijo varón importó una tradición que cumplían riurosamente los zares.
En 1973 el presidente Perón legalizó a través del decreto 848 una costumbre que ya se había generalizado en la práctica. Según el decreto los padres pueden optar por el padrinazgo "moral" (ya que raramente concurren) del Presidente de la Nación. Asimismo, los integrantes de la División de Padrinazgos de la Casa de Gobierno se encargarán de hacerle llegar una medallita de oro y un diploma conmemorativo. También tendrán una beca para sus estudios primarios y secundarios.
El decreto aclara que "el padrinazgo no crea derechos ni beneficios de naturaleza alguna en favor del ahijado ni de sus parientes".
Actualmente hay en Argentina un promedio de 300 padrinazgos anuales, de los cuales sólo el 30 por ciento corresponde a mujeres
Fuente:
Diccionario de Mitos y Leyendas - Equipo NAyA