sábado, 23 de mayo de 2009

El caso del Lago Ghio,primera parte.

Por Daniel Szauter:
Viernes 3 de junio del 2005, Calafate , provincia de Santa Cruz, a orillas del lago Argentino, tierra de glaciares.Un frío intenso castiga la piel de sus habitantes, la de mi ayudante y la mia.Una vez mas mi trabajo me lleva a conocer lugares maravillosos, atrapantes,donde la geografía del terreno es tan variada, bosques en los cerros y la “nada” en las mesetas.Tierra habitada por los mismos animales que encontramos a lo largo de la cordillera de norte a sur, con sus cambios de temperatura, liebres, ñandúes, guanacos y algún que otro puma vemos correr por los cerros.
Tras una jornada de trabajo en la que soportamos 10 grados bajo cero, volvemos al pueblo, y recibo un llamado en mi celular, decía textualmente:
“Hola Dani, te habla Andrea, hay un caso para investigar, llamame”.Inmediatamente me traslado a un locutorio y logro comunicarme con mi compañera…
Andrea:- Recibí un mail comentándome que hubo un caso de contacto del tercer tipo en un pueblo llamado en Jaramillo, quien envía el mail se llama Miguel Fernández.
Daniel:-¡Dame mas datos!
Andrea:- Es lo único que tengo…¡Esperá! Tengo algo mas, el lugar se denomina la Rivera de Jaramillo.Inmediatamente supuse que se trataba de una estancia, paso siguiente apelo al mismo recurso de siempre, llamo al 110 de Telefónica y pido el teléfono de Miguel Fernández, el cual no figuraba en la lista, acto seguido pido que me den el de cualquier Fernández, y me dan el de J. Fernández.
Daniel:- ¡Hola J!... Te habla Daniel desde el Calafate,
J.Fernández:- ¡Ah!, ¿Qué tal? Mucho gusto.
Daniel:-¿Vos sos pariente de Miguel?J.Fernández:- ¡No!, lo conozco pero no tengo nada que ver con el.
Daniel:- ¿Tenés idea donde lo puedo encontrar?J.Fernández:- ¿Si!, preguntá en el almacén de…(fulano) que el compra ahí.Listo, ya sabía que Miguel existía.Con esa certeza, después de haber concluido mis trabajos encaminé mi camioneta,(compañera infatigable de viajes), y a mi ayudante hacia la aventura de tratar de encontrar al testigo.Partimos a las 21:00hs de una noche totalmente estrellada.Las nevadas habían cesado.Serpenteando por los primeros 300kmde una ruta congelada, llegué a la ruta Nacional Nro 3 y ahí, ya sí el pavimento limpio y con dirección norte puse proa a el Jaramillo.A las 10:30hs del día siguiente, llego a Fitz Roy, pueblo anterior a Caleta Olivia, me dirijo a la Municipalidad y me dicen que había pasado de largo al cruce de Jaramillo y que debía retroceder 20 km, pero los obreros municipales me comentan que conocen la estancia La Rivera. Desando camino y llego al pueblo, sobre la ruta 28, que va a Puerto Deseado, recorro unos 20km mas y diviso la estancia, encuentro sus tranqueras cerradas, vuelvo al pueblo y logro contactarme con el Delegado Municipal, quien me comenta se el a migo y reconoce estar al tanto de lo que le sucedió a Miguel, pero que era imposible comunicarme con el porque para estos tiempos, Miguel se encontraba en una estancia en la cordillera, bloqueado por los caminos nevados.Lo único que me quedó por hacer ante esta circunstancia era volver a mi hogar, les dejo mis datos a este buen señor con la premisa de que en caso de encontrarse con Miguel , tenga a bien comunicarse conmigo ahí quedó el caso, había hecho todo lo posible por contactarme con un importante testigo, pero la Patagonia en invierno no da ventajas...Pasan dos meses. Estoy en mi casa y suena el teléfono:
Daniel:- ¡Hola!
_Si, ¿con el señor Daniel Szauter?
Daniel:- ¡Sí!, ¿Quién habla?
_Le habla Miguel Fernández, desde Jaramillo…Fin de la primera parte… (Continuará)